Porqué cazo con escopeta monotiro?
Compartir
A menudo me preguntan por qué cazo con una escopeta monotiro cuando salgo a por caza menor con mis perras.
La respuesta rápida: por gusto.
Pero si te quedas un momento, te cuento la verdadera razón.
Cazar con monotiro me obliga a ser más preciso, a leer mejor el terreno, a entenderme con mis perras sin romper la muestra. Cada lance se convierte en una lección de calma y respeto.
Un solo tiro. Una sola oportunidad.
No hay margen para el fallo.
Esa limitación me enseña más que cualquier jornada fácil.
Aprendo a esperar el momento justo, a respetar el vuelo, a disfrutar del lance completo, no solo del disparo.
Menos plomo, menos tacos, menos prisa.
Más conexión, más conciencia, más verdad.
Y al final del día, mientras limpio la pieza o la preparo para cocinar, repaso mentalmente cada detalle: cómo levanté la escopeta, cómo alineé el punto de mira, cómo ajusté el adelantamiento.
Reflexionar también forma parte de cazar.
Mi escopeta no es cualquiera: una Baikal MP18 M-M, personalizada por mí, con su pintura, su punto de mira de fibra óptica y una cantonera más cómoda.
Fue un regalo de mi mujer y mis hijos.
Por eso, cada vez que salgo al monte, siento que ellos me acompañan.
Sí, tengo más armas, pero ninguna me enseña tanto ni me hace disfrutar tanto como esta.
Porque cazar con monotiro no es solo una elección técnica…
Es una forma de ver la caza.
Y de vivirla.